Los martillos rompedores son equipos de uso profesional, empleados para realizar agujeros de gran tamaño y ejecutar labores generales de demolición.
Son robustos y fiables para el operador y prácticos en su utilización, con una durabilidad que les garantiza operar en trabajos exigentes.
Se utilizan principalmente para demoler estructuras de cemento, cimentaciones en general y asfalto, así como el apisonado de diversos materiales base y apertura de zanjas.
Las características del martillo rompedor
Habitualmente están forjados en aleación de acero, con lo que ofrecen una durabilidad excelente, y están diseñados para resistir las condiciones de servicio más duras. Su peso, equilibrio y diseño ergonómico facilitan la productividad del usuario, reduciendo al mínimo los tiempos muertos.
Partes principales
- Motor, que proporciona la energía de impacto
- Módulo electrónico, que permite el arranque progresivo y una velocidad constante.
- Interruptor a prueba de polvo, diseñado para zurdos y diestros.
- Prevención anticaídas, una superficie con capa de protección antideslizante que evita la caída de la máquina aunque esté recostada contra la pared.
- Mangos recubiertos de goma, para mayor control y comodidad.
- Sistema activo antivibración, para aumentar la seguridad, salubridad y productividad del operador.
- Bajo centro de gravedad para una mejor manipulación.
Tipos de martillos
Los martillos rompedores pueden ser o bien neumáticos o hidráulicos.
Neumáticos
Los martillos neumáticos son un tipo de taladro demoledor que funciona mediante aire comprimido. No son prácticos para superficies verticales, ya que tienen una masa generalmente elevada y se pierde la ventaja de que su peso lo mantenga apoyado. La fuente de energía suele ser un compresor independiente, capaz de suministrarle un volumen de aire comprimido adecuado.
Hidráulicos
Se basan en los mismos principios que el equipo neumático, excepto que utilizan fluido hidráulico a presiones elevadas en vez de aire comprimido. Suele ser de grandes dimensiones, y en algunos casos se acopla a una excavadora o tractor.
Al tener un motor más pequeño, el ahorro en combustible y gastos de mantenimiento es importante, especialmente gracias al aceite hidráulico, que facilita la lubricación interna.
Normas de uso y mantenimiento
Antes de comenzar el trabajo, se deben limpiar los posibles derrames de aceite o combustible existentes. El operador tiene que inspeccionar el terreno par detectar la posibilidad de desprendimientos por la vibración, y es vital evitar la presencia de cables eléctricos. La conexión o suministro eléctrico se debe realizar con manguera antihumedad.
El equipamiento sólo puede ser reparado por personal autorizado, y las operaciones de limpieza y mantenimiento no se pueden hacer sin desconectar la batería o la red eléctrica.
No se puede abandonar la unidad mientras se utilice, ni se pueden dejar los martillos clavados en los materiales. El manipulador no puede apoyar el peso de su cuerpo sobre el martillo para evitar accidentes. Cuando sea necesario, se tienen que sustituir herramientas gastadas o agrietadas.
Los martillos rompedores deben ser sometidos a mantenimientos periódicos para descartar comportamientos anómalos y revisar los niveles.
Seleccionando la unidad
El profesional tiene que revisar las especificaciones de cada unidad para determinar el peso y tamaño totales. Los más pequeños y ligeros son más fáciles de cargar por el sitio de trabajo; mientras que las unidades más grandes son más potentes, también son más difíciles de maniobrar.
También es importante fijarse en la alimentación de cada tipo de herramienta. Para maximizar la potencia se tendría que elegir un modelo inalámbrico con un pequeño compresor de aire o con cartuchos de combustible.
Se deben revisar igualmente las opciones de control de vibración, lo que nos ayudaría a reducir la cantidad de ruido y el desgaste al trabajar. Los amortiguadores a base de muelles son los más efectivos, pero las almohadillas y las agarraderas también ayudan a controlar la vibración.