La amoladora es una herramienta manual y eléctrica, formada por un motor eléctrico de alta potencia que está conectado directamente al eje del motor —amoladoras rectas— o mediante engranajes reductores en el caso de las amoladoras angulares. El disco se acopla en la punta del eje, y se elegirá un disco u otro dependiendo de la tarea a realizar.
¿Para qué sirve una amoladora?
Aquí está el quid de la cuestión. Definir para qué sirve y para qué no sirve la amoladora te permitirá saber qué uso le puedes dar en tu espacio de trabajo o taller.
Una amoladora se puede utilizar para una gran variedad de trabajos, tanto a nivel profesional como a nivel particular debido a su enorme versatilidad.
La amoladora nos permitirá cortar mármol, cerámica o incluso pared. Es una herramienta muy versátil, y funciona tanto para corte y pulido como para desbaste.
Hay dos tipos de amoladoras, las pequeñas o miniamoladoras con discos e 115 o 125mm, con potencias entre 500 y 1500w y las grandes, con discos de 230mm y potencias de hasta 2200w.
Miniamoladoras
Para llevar a cabo trabajos sutiles, sobre superficies pequeñas y con cortes más finos, lo ideal es utilizar una miniamoladora, especialmente si no eres experto en su uso.
Amoladoras
Las amoladoras grandes se utilizan para trabajos más intensivos, en estrecha relación con el material o superficie a trabajar. Por ejemplo, son ideales para trabajar sobre superficies extensas y demasiado duras. Son capaces de conseguir cortes más rectos y limpios, ofreciendo resultados de calidad.
Consejos de seguridad
Lo más importante a la hora de utilizar una amoladora como éstas es la seguridad al momento de emplearlas, usando siempre los elementos de protección individual necesarios.
Nuestra oferta en amoladoras
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